LA MEDIACIÓN EN EL ENTORNO FAMILIAR COMO MÉTODO DE RESOLUCIÓN DE CONFLICTOS

LA MEDIACIÓN EN EL ENTORNO FAMILIAR COMO MÉTODO DE RESOLUCIÓN DE CONFLICTOS

La  mediación se  sitúa  en  el  ámbito  familiar  como  un  instrumento  útil  para gestionar este tipo de conflictos en búsqueda de una salida diferente basada en la racionalización de lo que ha ocurrido y en la búsqueda común de superar lo  acontecido de forma positiva, abogando por la mejora de las relaciones por aquellos que hayan sufrido un altercado en el entorno familiar. La mediación es un procedimiento estructurado en el que dos o más partes en un litigio intentan voluntariamente alcanzar por sí mismas un acuerdo sobre  la  resolución  de  su  litigio  con  la  ayuda  de  un  mediador.  Este  procedimiento  puede  ser iniciado  por  las  partes,  sugerido  u  ordenado  por  un  órgano  jurisdiccional  o  prescrito  por  el Derecho  de  un  Estado  miembro.  Incluye la mediación llevada  a  cabo  por  un  juez  que  no  sea responsable de ningún procedimiento judicial vinculado a dicho litigio. No incluye las gestiones para  resolver  el  litigio  que  el  órgano  jurisdiccional  o  el  juez  competentes  para  conocer  de  él realicen en el curso del proceso judicial referente a ese litigio.

La  mediación  familiar  es  un  proceso  que  llevan  a cabo  una  o  varias  terceras personas imparciales y cualificadas, llamados mediadores. El mediador carece de poder de decisión, pero ayuda a las partes a restablecer la comunicación y a resolver el problema por sí mismas. Durante la mediación, se invita a las partes a que inicien o reanuden el diálogo y a que eviten la confrontación. El método de solución  del  conflicto  es  elegido  por  las  partes,  que  desempeñan  un  papel especialmente  activo  en  la  búsqueda  de  la  solución  más  adaptada  a  sus necesidades. La  mediación  se  considera  una  solución  más  rápida  y,  en  la  mayoría  de  los casos,  más barata  que los  pleitos judiciales ordinarios. Evita el enfrentamiento entre las partes que es inherente al proceso judicial, y les permite mantener su relación  personal  más  allá del  conflicto.  El  acuerdo  que  se  alcanza  es  una solución  para  el  litigio  que  garantiza  que  las  decisiones  tengan  en  cuenta  el interés superior de las partes, y de todas aquellas terceras personas que puedan estar involucradas. La mediación, pues, ofrece un ambiente constructivo para las conversaciones y garantiza  convenios  justos  entre  los  integrantes  de  una  relación  familiar.  Los asuntos  de  familia  no  solo  se  pueden  someter  a  mediación  los  relativos  a  la ruptura  como  pareja  (divorcio  o  separación),  incluyen  la  patria  potestad  y  los derechos  de  visita,  la  sustracción  de  menores,  las  medidas  de  protección  de menores,  la  obligación  de  prestar  alimentos  a  los  hijos  o  ex  cónyuges  y  otras consecuencias de la convivencia en común.

Nuestro equipo ofrece alternativas de resolución de conflictos extrajudiciales con el fin de adaptarse a las nuevas circunstancias que demanda la sociedad actual  en búsqueda de formas más ágiles, flexibles y rápidas  de resolver cuantos conflictos fueran planteados.